martes, 15 de julio de 2014

Aquí estoy.

Y aquí estoy, mirando tu última palabra en nuestra relación, aquí estoy, asimilando que nunca más serás para mi un amigo, asimilando que tengo que olvidarte y que tengo que dar paso a lo nuevo. Aquí estoy, con el móvil en la mano, viendo tu foto de perfil con tu sonrisa especial, apago el móvil, me encierro en mi cuarto, bajo las sábanas, susurro tu nombre y un adiós.
Nuevo día. Vuelvo a encender el móvil, abro mi aplicación de whatshapp con más de 200 mensajes, <<la mayoría serán de grupos>> pienso. 100 son de un grupo, 22 de otro, 62 de otro... Así sucesivamente, pero, veo en tu conversación un último mensaje. "Carmen, no te voy a perdonar ni espero hacerlo nunca, lo siento, ya no confió en ti. Pensaba que eras mejor, pero me demostraste que no, que lo único que querías era presumir de mi, pues nunca lo volverás a hacer por que ya no seré más tu amigo, me oyes, NUNCA MÁS." Suspiro, no me lo esperaba, me esperaba palabras dulces, o algo amargas quizá. pero no un bote de polvos pica pica que me hagan llorar.  Respiro y le escribo "gracias por todo nene, yo también te quiero, un beso y hasta nunca". Cierro la conversación, me acurruco otra vez en mi almohada y me repito una y otra vez: "ya no hay más sufrimiento, ya no hay más amistad." 16

No hay comentarios:

Publicar un comentario